El viernes pasado, el yuan cayó a su nivel más bajo en cuatro meses frente al dólar debido a las expectativas de medidas para flexibilizar la política monetaria, superando un umbral importante y obligando a los bancos estatales a intervenir para proteger la moneda.
En el mercado al contado, el yuan descendió por debajo del nivel psicológicamente significativo de 7,2 por dólar en las primeras operaciones para llegar a un mínimo de 7,24, su punto más bajo desde el 17 de noviembre de 2023. Sin embargo, hacia el cierre de las operaciones nacionales, los niveles más bajos ya no eran evidentes en los gráficos, con un mínimo diario registrado en 7,2303 según datos de LSEG Eikon. El yuan ha sufrido una caída de aproximadamente un 2% en los últimos tres meses, bajo presión debido a las crecientes expectativas de una mayor flexibilización monetaria para apoyar la segunda economía más grande del mundo, así como la debilidad del yen japonés.
El fortalecimiento del dólar y la fuerte depreciación del yen y de algunas monedas asiáticas después de que el Banco de Japón puso fin a su política de tasas de interés negativas han afectado al yuan. Los principales índices bursátiles de Wall Street alcanzaron máximos históricos de cierre por segundo día consecutivo el jueves, tras la tranquilidad proporcionada por la Reserva Federal a los inversores sobre las perspectivas de recortes de tasas este año.
El yuan extranjero se debilitó a 7,2723 al cierre del comercio asiático, su nivel más bajo desde el 14 de noviembre de 2023. Los operadores atribuyeron esta repentina debilidad a las expectativas crecientes de medidas de flexibilización monetaria después de que altos funcionarios del Banco Popular de China insinuaran la posibilidad de reducir los requisitos de reservas bancarias.
Ju Wang, jefe de estrategia de divisas y tipos de la Gran China en BNP Paribas, anticipa que el mensaje del banco central sobre una mayor flexibilización monetaria podría llevar al yuan a mínimos en torno a 7,3.
La repentina debilidad del yuan también afectó a las bolsas, y el índice bursátil de referencia de Shanghai (.SSEC) abrió un 1% a la baja. Si China continúa permitiendo que el yuan se deprecie de 7,2 a 7,3, “será más difícil que las acciones sigan subiendo, ya que muchos querrán cambiar al dólar”, según Carlos Casanova, economista senior para Asia de UBP.