Intel consiguió a Microsoft como cliente para su negocio de chips hechos a pedido, lo que ayuda a la
compañía a recuperarse financieramente bajo el mando de Pat Gelsinger.
En concreto, Microsoft utilizará la tecnología de fabricación 18A de Intel para desarrollar un próximo
procesador que diseñó internamente. Aunque no se identificó el producto, se sabe que la corporación
construirá un procesador de computadora y un acelerador de inteligencia artificial.
En los últimos tiempos, Intel estuvo trabajando duramente para demostrar su capacidad de competir en
el mercado de fundición, donde las empresas fabrican chips personalizados para sus clientes.
Este cambio representa un logro significativo para el pionero de los semiconductores, que en el pasado
ostentaba las instalaciones de fabricación de chips más avanzadas y las mantenía exclusivamente para
sí mismo.
No obstante, en la actualidad, Intel se esfuerza por alcanzar a empresas líderes en la industria de
fundición, como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC).
Al mismo tiempo, Microsoft busca garantizar un suministro constante de semiconductores para impulsar
las operaciones de sus centros de datos, especialmente ante el crecimiento de la demanda de
inteligencia artificial.
La capacidad de diseñar sus propios chips también brinda a Microsoft la flexibilidad para adaptar los
productos a sus necesidades específicas.
“Necesitamos un suministro confiable de los semiconductores más avanzados, de alto rendimiento y de
alta calidad”, expresó Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft, en un comunicado. “Es por eso que
estamos tan entusiasmados de trabajar con Intel”, agregó.
Tras el anuncio, las acciones de Intel se mantuvieron estables, pero todavía acumulan un crecimiento
del 64% en el último año, incluyendo dividendos.