El gobierno de Estados Unidos confirmó hoy que la economía del país creció en el último trimestre del
año pasado, impulsada por un fuerte gasto de los consumidores. Esto es alentador para las perspectivas
de este año a pesar de un comienzo débil debido a condiciones climáticas desfavorables.
El Producto Bruto Interno (PBI) aumentó a una tasa anual del 3,2% durante el último trimestre,
ligeramente por debajo del 3,3% reportado anteriormente, según la Oficina de Análisis Económico del
Departamento de Comercio en su segunda estimación del crecimiento para ese período. El informe del
Departamento de Comercio mostró un panorama de crecimiento más sólido durante el último trimestre,
con mejoras en el gasto de los consumidores, la inversión de los gobiernos estatales y locales, así como
en los desembolsos en sectores residenciales y comerciales.
“A pesar de que el clima afectó negativamente algunos datos en enero, como las ventas minoristas, la
construcción de viviendas y las ventas de viviendas, las perspectivas aún favorecen un crecimiento
sólido a comienzos de este año”, dijo Ryan Sweet, economista principal para Estados Unidos de Oxford
Economics. “Se espera un repunte en la actividad relacionada con el clima en febrero, junto con un
reciente aumento en las devoluciones de impuestos, lo que debería impulsar el crecimiento en las
ventas minoristas”.
Los analistas económicos esperaban que el crecimiento del PBI no sufriera revisiones significativas. La
ligera revisión a la baja se debió a una disminución en la inversión privada en inventarios, que ahora se
estima en un aumento de $66.300 millones en lugar de los $82.700 millones reportados anteriormente.
Los inventarios restaron 0,27 puntos porcentuales al crecimiento del PIB, en lugar de ser casi neutros
como se pensaba inicialmente.
La economía creció a una tasa del 4,9% en el trimestre de julio a septiembre. Durante el año 2023,
experimentó un crecimiento del 2,5%, lo que representa una aceleración desde el 1,9% registrado en
2022, y está superando la tasa de crecimiento no inflacionario del 1,8%, según lo considerado por los
funcionarios de la Reserva Federal.
El gasto del consumidor, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense,
aumentó a una tasa del 3,0%. Anteriormente se había estimado que creció a un ritmo del 2,8%. La
demanda interna fue más sólida de lo inicialmente pensado, creciendo a una tasa del 2,9% en lugar del
2,6% reportado anteriormente.