Vender una propiedad para adentrarse en el mercado financiero es una decisión que debe sopesarse cuidadosamente. Como asesor financiero, mi recomendación generalmente se inclina hacia la conservación del patrimonio inmobiliario, pero si las circunstancias exigen la venta, es crucial adoptar una estrategia de inversión sólida.

En primer lugar, es esencial comprender las opciones disponibles en el mercado financiero. Entre estas opciones se encuentran los instrumentos de renta fija, como los bonos privados, llamados “obligaciones negociables” que ofrecen un atractivo 8% de interés anual en dólares. Esta tasa supera considerablemente los ingresos generados por el alquiler de la propiedad, proporcionando una alternativa atractiva para el capital liberado.

La renta fija, representada por bonos y ONs, ofrece estabilidad y previsibilidad en los flujos de ingresos, lo que puede ser especialmente valioso para aquellos que buscan una inversión segura y confiable. Con un rendimiento garantizado, los bonos brindan una opción que minimiza la incertidumbre y las fluctuaciones del mercado.

Por otro lado, al considerar la inversión en activos de renta variable, como acciones, se debe tener en cuenta el nivel de riesgo asociado. Si bien las acciones tienen el potencial de generar ganancias significativas, también conllevan la posibilidad de pérdidas considerables. La volatilidad del mercado puede impactar negativamente el valor de las acciones, lo que resulta en una mayor incertidumbre para los inversionistas.

Es crucial reconocer que, si bien las acciones pueden ofrecer rendimientos superiores al 8% anual, esta ganancia potencial viene acompañada de un mayor riesgo. Aquellos que optan por esta ruta deben estar preparados para aceptar la volatilidad del mercado y estar dispuestos a asumir pérdidas en caso de fluctuaciones adversas.

En resumen, vender la casa propia para invertir en el mercado financiero es una decisión que requiere una evaluación cuidadosa de las opciones disponibles y de las metas financieras personales. Si bien la renta fija ofrece una alternativa atractiva con un rendimiento estable y previsible, la inversión en activos de renta variable conlleva un mayor riesgo y una mayor incertidumbre. Como asesor financiero, mi consejo es considerar todas las variables en juego y tomar decisiones informadas que se alineen con tus objetivos financieros a largo plazo.

Ramiro Goncalves

CEO de RG Inversiones

 @ramirogoncalvesok

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