General Motors (GM), la compañía estadounidense fabricante de vehículos convencionales que gradualmente se está adentrando en el ámbito de la movilidad eléctrica, recientemente efectuó una inversión con el propósito de competir con Tesla.

Específicamente, destinó una suma de 60 millones de dólares hacia Mitra Chem, una nueva empresa con base en California que emplea la inteligencia artificial (IA) para investigar la tecnología subyacente en las baterías.

La tecnología desarrollada por Mitra acelera el proceso de creación de baterías mediante la simulación y evaluación de numerosas combinaciones de materiales y químicas de cátodos de batería. Ejemplos de estas incluyen combinaciones como níquel-manganeso-cobalto o litio-hierro-fosfato.

“Esta inversión estratégica fortalecerá aún más los esfuerzos de GM en el campo de las baterías para vehículos eléctricos, agilizará nuestra labor en el ámbito de las químicas de baterías asequibles, como es el caso de LMFP, y respaldará nuestros empeños por establecer una cadena de suministro de baterías enfocada en los Estados Unidos”, explicó Gil Golan, vicepresidente de Aceleración Tecnológica y Comercialización.

Las baterías de litio-manganeso-hierro-fosfato, reconocidas como LMFP, representan una tecnología de batería que podría conllevar tanto costos más económicos como un rango aceptable y una destacada fiabilidad. La disponibilidad de estas baterías en los Estados Unidos será crucial tanto para GM como para otros fabricantes automotrices que comercializan vehículos eléctricos en el país. La adquisición local de baterías y sus componentes es esencial para cumplir con los requisitos necesarios y acceder a un crédito fiscal de 7.500 dólares otorgado por el gobierno federal al comprar vehículos con estas características.