En las últimas semanas, ha habido una gran cantidad de rumores acerca de la posible adquisición de los activos de Disney por parte de Apple. Sin embargo, es importante aclarar que existen ciertos aspectos que hacen que esta empresa fundada por Steve Jobs no esté actualmente interesada en la compañía creada por Walt Disney hace casi un siglo.

Apple se ha caracterizado por no realizar adquisiciones de empresas con marcas consolidadas. Su compra más cercana a esta categoría fue la adquisición de Beats Electronics en 2014 por 3,000 millones de dólares. En este sentido, se diferencia notablemente de su competidor, Microsoft, que ha llevado a cabo adquisiciones significativas, como la compra reciente de Activision Blizzard por 69 mil millones de dólares o LinkedIn por 26 mil millones, entre otras.

Los rumores de una posible compra se originaron en la época en la que Steve Jobs aún estaba vivo. En ese momento, Jobs se convirtió en el mayor accionista individual de Disney después de que esta adquiriera Pixar, propiedad de Jobs, por 7,400 millones de dólares en 2006. Esto le dio a Jobs un puesto en el consejo de administración de Disney y lo llevó a entablar una amistad con el actual CEO de Disney, Bob Iger. Sin embargo, la actual capitalización de mercado de Apple es de casi 3 billones de dólares, lo que hace que la adquisición de Disney no sea una opción estratégica en este momento.

En su autobiografía de 2019, “The Ride of a Lifetime”, Bob Iger mencionó que cree que Disney y Apple podrían haber considerado fusionarse si Jobs, quien falleció en 2011, estuviera vivo. No obstante, en la actualidad, no hay indicios sólidos de que Apple tenga un interés genuino en adquirir Disney.

Además, Apple no tiene competencias centrales en la gestión de parques temáticos ni en la venta de productos de consumo similares a los ofrecidos por Disney. Tampoco parece estar interesada en ingresar al mercado de la televisión por cable, que enfrenta desafíos significativos.

Por otro lado, si Apple decide gastar más de 100 mil millones de dólares en una adquisición, es poco probable que opte por adquirir un negocio como ESPN, que enfrenta una disminución en suscriptores y pérdidas en el negocio de contenido centrado en el streaming.

Finalmente, la aprobación gubernamental para una adquisición de esta magnitud sería un proceso largo y complicado, generando incertidumbre tanto para Apple como para Disney. La historia de grandes fusiones en la industria de los medios ha demostrado que, aunque puedan parecer prometedoras al principio, a menudo resultan en una destrucción significativa de valor.

En resumen, a pesar de los rumores, en la actualidad no hay una base sólida que respalde la idea de que Apple esté interesada en adquirir Disney, dadas las diferencias en sus estrategias y la complejidad de una posible fusión.