Las intensas lluvias experimentadas la semana pasada posibilitaron la siembra del 6,1% de las 17.1 millones de hectáreas destinadas al cultivo de soja, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

De esta manera, se alcanzó la siembra de un millón de hectáreas con este cultivo oleaginoso. El objetivo es lograr una producción de 50 millones de toneladas. La siembra se ha concentrado en el centro del país, abarcando sectores del norte de La Pampa, oeste de la provincia de Buenos Aires, sur de Córdoba y Entre Ríos, donde las precipitaciones previas han dejado suficiente humedad superficial para iniciar las labores, según indicaron desde la entidad.

Es posible que esta área específica siga expandiéndose, ya que en algunas regiones de Santa Fe y Córdoba no se ha podido sembrar maíz de manera temprana, lo que podría resultar en la sustitución de esos terrenos con más cultivos de soja. Situaciones similares han ocurrido en partes de La Pampa y Buenos Aires con áreas destinadas originalmente al girasol.

Hasta ahora, se ha sembrado el 24,7% de las 7,3 millones de hectáreas destinadas al cultivo, y en cuanto a la condición de los cultivos implantados en su totalidad, el 89,6% se encuentra “entre normal y buena”.

“La mejora en las condiciones hídricas registradas desde finales de octubre ha posibilitado, por un lado, la recuperación después de las heladas tardías y, por otro lado, un desarrollo adecuado en las primeras etapas”, expresaron desde la Bolsa de Cereales.

El rendimiento promedio hasta la fecha se sitúa en 12,5 quintales por hectárea (qq/ha), pero debido a que un 49,2% del área en pie está en la etapa de encañazón y llenado de grano pastoso, y las bajas temperaturas continúan avanzando sobre el sur del área agrícola, manteniendo un alto riesgo de heladas tardías, las expectativas podrían disminuir, comprometiendo la proyección actual de producción.