LA DEPRECIACIÓN DE LOS VEHÍCULOS

23 marzo, 2023

La pérdida de valor de un automóvil, también conocida como depreciación, es un fenómeno común que ocurre cuando un vehículo nuevo sale de la concesionaria y se utiliza por primera vez en la calle.

En términos generales, se estima que un automóvil nuevo pierde aproximadamente el 20% de su valor en el primer año, y luego continúa depreciándose a un ritmo más lento durante los años siguientes.

Hay varios factores que influyen en la depreciación de un automóvil nuevo. En primer lugar, la marca y el modelo del automóvil pueden desempeñar un papel importante. Algunas marcas tienen una mejor reputación por mantener su valor a lo largo del tiempo, mientras que otras pueden depreciarse más rápidamente. Además, el kilometraje y el estado del vehículo también pueden afectar su valor de reventa.

Otro factor importante a considerar es la oferta y la demanda en el mercado de automóviles usados. Si hay una gran cantidad de vehículos similares disponibles en el mercado de segunda mano, el valor de tu automóvil podría disminuir más rápidamente.

Es importante tener en cuenta la depreciación al comprar un automóvil nuevo, ya que puede tener un gran impacto en tu capacidad para obtener un buen valor de reventa en el futuro. Una forma de minimizar la pérdida de valor es optar por marcas y modelos que mantienen su valor a lo largo del tiempo y mantener el vehículo en buen estado, realizando un mantenimiento regular y evitando daños y accidentes.

La depreciación de tu vehículo es un hecho inevitable. En otras palabras, siempre que compres un automóvil, sufrirás una baja paulatina en su valor. De todas maneras, si adoptas los cuidados necesarios puedes conseguir que tu auto conserve un buen valor de mercado.

La depreciación de tu vehículo es un hecho inevitable. En otras palabras, siempre que compres un automóvil, sufrirás una baja paulatina en su valor. De todas maneras, si adoptas los cuidados necesarios puedes conseguir que tu auto conserve un buen valor de mercado.

FACTORES A TENER EN CUENTA

Kilometraje: El vehículo también se devalúa cuanto mayor sea la cantidad de kilómetros recorridos. Al tener más kilometraje, claramente hay un mayor desgaste de las piezas y más posibilidad de que el auto haya sido expuesto a mayores exigencias.

Daños por accidentes: Si un auto ha sufrido un choque, dependiendo de la magnitud del accidente, puede, romperse el radiador o torcerse el chasis, además de las consecuencias visibles como la rotura de focos o abolladuras. Todas estas consecuencias repercuten inmediatamente en el precio del vehículo, muchas veces, aunque sean reparadas. 

Modelo descontinuado: El auto deja de aparecer en la guía oficial de precios por volverse un modelo viejo. De todas formas, si tenes un auto económico en combustible o pertenece a una marca tradicional, es probable que su valor se mantenga por más tiempo.

Año de fabricación del auto: Este factor puede ser variable dependiendo de la marca, sin embargo, no deja de ser importante a la hora de evaluar la depreciación, ya que los vehículos que han pasado ciertos umbrales de antigüedad, también pueden tener problemas relacionados con la restricción vehicular.

La cantidad de dueños anteriores: Un auto que ha tenido más de un dueño puede depreciarse con mayor velocidad que uno que sólo ha tenido un propietario. De cara a la reventa, es mucho más atractivo un auto que ha pasado por una sola mano, pues generalmente esto es señal de que recibido un buen cuidado y de que el vehículo no ha dado problemas mecánicos que obliguen a su dueño a deshacerse de él en un corto plazo. 

El uso que se le brinde al vehículo: Un vehículo que ha sido de uso personal o familiar puede depreciarse menos que uno que ha pertenecido a una flota de transportes, delivery, taxi, minería, campo, etc.

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