La gigantesca empresa tecnológica Alphabet se halla nuevamente en medio de un litigio antimonopolio, esta vez enfrentando acciones legales por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos.

Las autoridades han señalado que la compañía gasta más de 10 mil millones de dólares al año para garantizar que Google, su motor de búsqueda, sea la opción principal en dispositivos móviles y computadoras, lo que ha suscitado preocupaciones acerca de prácticas que obstaculizan la competencia.

Este caso ha sido considerado por expertos como el litigio antimonopolio más crucial en las últimas dos décadas, ya que podría decidir el rumbo de internet y si Google enfrentará alguna vez una competencia relevante en el ámbito de las búsquedas en línea.

En la actualidad, Google ostenta alrededor del 89% del mercado de búsquedas en línea, lo que plantea cuestionamientos importantes acerca de la rivalidad en este sector. En su defensa, Alphabet argumenta que enfrenta diversas presiones competitivas en el mercado y que su éxito se debe a ofrecer un producto de alta calidad que los consumidores escogen de manera voluntaria.

Este juicio posee una relevancia política significativa, ya que se encuentra dentro de la promesa del presidente Joe Biden de abordar las prácticas antimonopolio de las grandes empresas tecnológicas. Jonathan Kanter, quien lidera la unidad antimonopolio del Departamento de Justicia y fue designado por la administración de Biden, heredó el caso de Google y busca demostrar que la falta de regulación en décadas pasadas permitió la proliferación de comportamientos que atentan contra la competencia en la economía estadounidense.

El litigio se centra en acusaciones específicas, como el acuerdo de Google con Apple para que su motor de búsqueda sea el predeterminado en el navegador Safari de Apple. El gobierno alega que Google amenazó a Apple con retirar la disposición de participación en los ingresos publicitarios del acuerdo si realizaban modificaciones en el mismo, lo que se considera una práctica que obstaculiza la competencia.

Se espera que el juicio tenga una duración de aproximadamente 10 semanas y contará con testimonios de empleados actuales y pasados de Alphabet, así como de personas afectadas por su conducta. La corporación se enfrenta a un escrutinio legal que podría tener un impacto considerable en la manera en que las grandes empresas tecnológicas operan en el futuro, y se anticipa que el veredicto tendrá amplias implicaciones en el ámbito de la tecnología y las regulaciones antimonopolio.