Los precios del petróleo han experimentado un repunte por barril el viernes, pero desafortunadamente están en camino a registrar su cuarta caída trimestral consecutiva. Esta situación se debe a preocupaciones relacionadas con la lenta actividad económica a nivel mundial y la disminución de la demanda de combustible.

En particular, los futuros del crudo Brent, considerado un punto de referencia para el mercado petrolero, tuvieron un incremento de 1,1%, alcanzando los USD 75,3 por barril. Por otro lado, el contrato anterior menos negociado, que vence el viernes, aumentó hasta los USD 74,9.

Sin embargo, a pesar de estos incrementos, el derivado se encuentra cerca de registrar una baja del 6% en el transcurso de los tres meses hasta fines de junio. Del mismo modo, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) experimentó un aumento de 1,2%, alcanzando los USD 70,7. No obstante, el contrato ha registrado una disminución trimestral del 6,5%, siendo su segunda caída trimestral consecutiva.

Durante los últimos meses, los mercados petroleros se han visto afectados por varios factores, entre ellos la presión inflacionaria y el aumento de las tasas de interés en economías clave, así como una recuperación más lenta de lo esperado en la fabricación y el consumo chinos.

De todas formas, ha habido algunas señales alentadoras, como el fortalecimiento de la actividad económica en Estados Unidos y una disminución significativa en los inventarios de petróleo del país la semana pasada, lo cual ha brindado algo de apoyo.

Además, los planes de Arabia Saudita de reducir la producción en 1 millón de barriles por día adicionales en julio, sumado a un acuerdo más amplio dentro de la OPEP+ para limitar el suministro hasta 2024, también ofrecen un mayor respaldo al mercado.

Aunque se han anunciado recortes adicionales por parte de la OPEP+, los precios del crudo han permanecido en gran medida por debajo de los USD 80 por barril, ya que el mercado se ha visto menos influenciado por los fundamentos y más por las preocupaciones macroeconómicas, según analistas de HSBC.