Li Qiang, el líder principal de China, mencionó el día de hoy que se anticipa un incremento económico
del 5% para este año, aunque subrayó que este es un objetivo ambicioso dadas las circunstancias
actuales.
Durante la reunión anual de la Asamblea Popular Nacional, el funcionario delineó planes para
incrementar el gasto en el progreso de tecnología de punta, reforzar las fuerzas armadas y respaldar la
actividad económica, entre otros objetivos fundamentales.
Asimismo, Li señaló que el gobierno chino continuará aplicando una “política financiera activa y una
política monetaria cautelosa”, lo que indica que no habrá un cambio significativo en la estrategia
económica.
Sin embargo, reveló que habrá una emisión de bonos a largo plazo en los próximos años para estimular
el crecimiento, comenzando con 1 trillón de yuanes (USD 139.000 millones) en 2024. Los fondos
obtenidos se destinarán a implementar “importantes iniciativas nacionales” y reforzar la seguridad en
“áreas críticas”.
Por otro lado, Li indicó que se está buscando un “nuevo enfoque de desarrollo” para el mercado de
bienes raíces, incluyendo la construcción de viviendas subsidiadas en un esfuerzo por mitigar la crisis
del sector que ha afectado la economía en los últimos años.
“La base para la recuperación económica sostenida de China aún no es sólida, con una demanda
efectiva insuficiente, sobreproducción en algunas industrias, expectativas sociales débiles y aún muchos
riesgos y peligros ocultos”, expresó el líder durante la sesión del congreso.
El objetivo del 5% para este año se complica al considerar que la economía creció a un ritmo del 5,2%
en 2023 y mejoró un 3% en 2022, lo que significa que se parte de una base más alta.
Además, hay otros retos, como aumentar los ingresos, generar 12 millones de empleos y optimizar la
eficiencia energética para cumplir con las metas climáticas. “Alcanzar los objetivos de este año no será
sencillo”, afirmó Li.