Algunas consultoras sugieren que la inflación podría disminuir durante el mes de febrero, situándose por debajo del 20% registrado en enero pasado. El mes anterior experimentó una caída del 4,9% en comparación con diciembre, llegando a un 20,6% de forma intermensual.

Según el Grupo IEB (Invertir en Bolsa), resulta especialmente alentador analizar la inflación núcleo, un componente que se espera se mantenga constante en el tiempo. Esta medición arrojó un 20,2% frente al 28,3% de diciembre, confirmando una significativa desaceleración en medio de un importante ajuste de los precios relativos.

Mientras tanto, la firma consultora Equilibra estima una inflación cercana al 18% mensual.

Es importante señalar que la inflación podría ser menor principalmente debido a que el impacto del aumento de tarifas se trasladó a los meses de marzo y abril, especialmente en el caso de la electricidad y el gas.

Desde C&T Asesores Económicos aventuran cifras aún más positivas cercanas al 14%, indicando que los ajustes en el transporte público, las prepagas y los gastos de los edificios han tenido un gran impacto. En cuanto a alimentos y bebidas, después de una moderación importante en enero, se observa un mayor dinamismo desde el inicio del mes, especialmente en bebidas durante la primera semana y en alimentos en la segunda.

Por otro lado, LCG prevé que en febrero la inflación tendrá un mínimo del 15% intermensual, pudiendo incluso llegar a registros cercanos al 20%. Los aumentos en el transporte, como el subte (+250%), trenes (+170%) y colectivos (+250%), podrían establecer un mínimo sólido del 10%. Además, el aumento por la corrección del impuesto a los combustibles y el nuevo aumento autorizado sobre las cuotas de prepagas (+30%) agregarán 1,3 puntos porcentuales adicionales.

“En este contexto, no anticipamos una desaceleración rápida de la inflación como el escenario más probable. Esperamos registros cercanos al 20% mensual también para febrero y marzo. En la actualidad, la caída de la demanda (recesión) y la apertura de importaciones surgen como los principales factores para mantener los precios bajo control”, afirman desde LCG.

“La coordinación de expectativas debería ser el enfoque para asegurar una convergencia de precios sostenible. La situación fiscal, como señal de un cambio de régimen, es solo una parte de este proceso. También será necesario abordar los desequilibrios en los precios relativos y, posiblemente, la aplicación de medidas poco convencionales (como controles de precios y salarios). Aún no está claro si esta combinación está dentro de los planes del Gobierno”, advierten.

“El presidente de Argentina, Javier Milei, ha hecho de la lucha contra la inflación rampante una prioridad clave, pero la experiencia en América Latina sugiere que cuando la inflación alcanza tasas tan elevadas, puede costarle su propia vida”, señala Capital Economics. “Las cosas podrían empeorar antes de mejorar”, destacan.