El mercado sigue mostrando desconfianza ante la recuperación tecnológica.

El precio de los contratos para cubrirse contra la volatilidad en el mayor fondo cotizado que replica al Nasdaq 100 sigue siendo elevado en comparación con los contratos del fondo del S&P 500.

Las empresas tecnológicas que cotizan en la Bolsa de Nueva York están recuperándose de manera gradual. De hecho, el índice Nasdaq 100, centrado en este sector, ha crecido un 13% desde su punto más bajo a principios de agosto. Sin embargo, los actores del mercado aún no confían plenamente en esta recuperación.

Esto se refleja en el mercado de opciones financieras. El coste de los contratos de cobertura contra la volatilidad en el principal fondo cotizado que sigue al Nasdaq 100 se mantiene alto en comparación con los contratos del fondo del S&P 500.

Desde finales del año pasado, las acciones tecnológicas habían experimentado un crecimiento considerable, llevando a los principales índices bursátiles a máximos históricos. Esto se debió al optimismo en torno a los avances en inteligencia artificial y las expectativas de que las ganancias continuarían en ascenso.

No obstante, surgieron dudas sobre si el mercado había alcanzado una valoración excesiva en un contexto de altas tasas de interés y datos económicos menos favorables. Como consecuencia, el índice S&P 500 retrocedió un 8,5% desde su máximo en julio hasta su mínimo a principios de agosto. Además, las grandes tecnológicas, que habían sido las mayores ganadoras, se convirtieron en las principales perdedoras.

Aunque tanto el S&P 500 como el Nasdaq 100 han recuperado gran parte de las pérdidas, los operadores siguen siendo cautelosos, especialmente con la temporada de resultados en marcha. Las ganancias en el sector tecnológico están desacelerándose, y los inversores demandan cada vez más pruebas concretas sobre el verdadero impacto de la inteligencia artificial.

“La gente está comenzando a ponerse un poco más nerviosa. Las dudas no van a desaparecer. Esperamos ver más volatilidad en adelante”, comentó Irene Tunkel, estratega jefe en BCA Research, refiriéndose a las acciones de gran capitalización.

En este contexto, la volatilidad implícita a tres meses en los fondos del Nasdaq 100 alcanzó su nivel más alto desde junio de 2022 en comparación con el fondo del S&P 500. Además, esta semana, un indicador que mide las fluctuaciones en la métrica tecnológica se situó por encima de su promedio de un año.

“La dispersión en torno a las ganancias también podría haber inquietado a los inversores, y la naturaleza predominantemente superior de los fondos cotizados tecnológicos sugiere opciones más costosas”, explicó Daniel Kirsch, director de Opciones en Piper Sandler.