El Día del Padre es una ocasión especial en la que honramos y agradecemos a aquellos hombres que desempeñan el importante rol de ser padres. Además de brindarnos amor, apoyo y guía en nuestras vidas, nuestros padres también nos transmiten sus conocimientos y valores, incluyendo aquellos relacionados con el dinero. Es indudable que el comportamiento con respecto al dinero tiende a ser similar al de nuestros padres o a aquellos que nos criaron, ya que somos seres que aprendemos por repetición. Lo que vemos y escuchamos en nuestro entorno familiar tiene una influencia significativa en nuestra relación con el dinero.Es frecuente que en la mesa familiar se aborden temas económicos, y estas conversaciones pueden dejar una huella duradera en nuestra forma de pensar y actuar en relación al dinero. Si crecemos en un entorno donde se habla constantemente de deudas, se enfatiza que el dinero es algo negativo o que nunca es suficiente, es probable que desarrollemos patrones de conducta similares y que compartamos esa visión desfavorable sobre el dinero en nuestra vida adulta. Estas creencias arraigadas pueden limitar nuestra capacidad de manejar el dinero de manera saludable y positiva.Por otro lado, si en nuestra familia se promueve una mentalidad emprendedora, de ahorro e inversión, es probable que adoptemos esos mismos valores y comportamientos cuando llegue el momento de manejar nuestras propias finanzas. Si hemos crecido escuchando sobre las oportunidades que trae consigo emprender, la importancia de ahorrar para el futuro y la inversión como una forma de hacer crecer nuestros recursos, es más probable que nos convirtamos en emprendedores e inversores cuando seamos adultos. Si bien no es una regla infalible, existen altas probabilidades de que sigamos esos patrones debido a la influencia de nuestro entorno familiar.Es importante tener en cuenta que el impacto de las enseñanzas recibidas en la infancia no es definitivo ni absoluto. A medida que crecemos, también estamos expuestos a otras influencias, como la educación, las experiencias personales y la interacción con diferentes entornos sociales. Estos factores pueden moldear y ampliar nuestra perspectiva sobre el dinero, permitiéndonos cuestionar y modificar las creencias iniciales que adquirimos en el seno familiar.En resumen, el Día del Padre es un momento propicio para reflexionar sobre las enseñanzas que hemos recibido de nuestros progenitores en relación al dinero. Nuestro comportamiento y actitud hacia las finanzas suelen reflejar las creencias y los valores inculcados en nosotros durante nuestra crianza. Sin embargo, es importante recordar que tenemos la capacidad de cuestionar y cambiar esas creencias a medida que adquirimos nuevas experiencias y conocimientos. Al hacerlo, podemos forjar nuestra propia relación saludable y equilibrada con el dinero, aprovechando las lecciones valiosas que hemos aprendido y construyendo un futuro financiero sólido.

Ramiro Goncalves

CEO de RG Inversiones @ramirogoncalvesok

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