Dado que las escuelas no ofrecen una educación financiera sólida, los padres deben tener la capacidad de inculcar a sus hijos sólidos principios relacionados con el dinero y enseñarles a administrarlo de manera efectiva, con el objetivo de que puedan disfrutar de una calidad de vida mejor en el futuro.

“Es de gran importancia que las generaciones mayores sirvan de ejemplos para las más jóvenes. Los hijos deben presenciar cómo sus padres realizan compras, distinguen entre necesidades y deseos, y se esfuerzan por ganar dinero…”, expresó María Vega, una periodista especializada en información económica, durante la conferencia Money Insider.

“Cabe destacar que uno de los factores fundamentales es el modelo de referencia proporcionado por nuestros padres, así como su comportamiento en relación con las finanzas. Por lo tanto, es un requisito esencial que nosotros seamos modelos a seguir para nuestros hijos y, además, que tengamos conversaciones con ellos acerca de la gestión financiera. De lo contrario, crecerán sin interés en asuntos financieros”, agregó Celia Rubio, una experta en finanzas personales.

Según Rubio, es crucial comunicar a los niños cómo gestionar sus finanzas personales con el fin de que comprendan los principios del dinero, el esfuerzo necesario para obtenerlo, aprendan a ahorrar y realicen una planificación financiera adecuada. Esto también ayuda a desmitificar ideas erróneas y tabúes que pueden conducir a errores financieros en la vida cotidiana.

Por otro lado, María Vega enfatiza que, aunque no se debe fomentar la creencia de que el dinero lo es “todo”, es esencial destacar que contar con suficiente dinero puede mejorar la calidad de vida.

“Hablar sobre cuestiones monetarias no es negativo, ya que el dinero es necesario en nuestra vida diaria. Si bien podemos hablar de umbrales a partir de los cuales la felicidad no depende en gran medida de la situación financiera, es cierto que contar con una situación financiera sólida para llegar cómodamente a fin de mes es esencial para el bienestar”, señaló.

“La escasez de dinero genera ansiedad y estrés. Cuando no sabes cómo llegar a fin de mes o cómo cubrir las necesidades de tus hijos, la felicidad comienza a desvanecerse. Llegar a fin de mes sin dinero en el banco significa que no tienes ningún tipo de control, y esto es la raíz de muchos otros problemas”, concluyó Celia Rubio.