Los abogados de la gigantesca empresa de tecnología, Google, están trabajando diligentemente para desafiar una sanción impuesta por la jefa de la división antimonopolio de la Unión Europea, Margrethe Vestager, en 2017. Esta multa se relaciona con el presunto abuso de posición dominante en su servicio de compras en línea.

La matriz de Google, Alphabet, ha recurrido al Tribunal de Justicia de la Unión Europea para iniciar este proceso legal con el objetivo de evitar el pago de una considerable sanción de aproximadamente 2600 millones de dólares.

El abogado de Google, Thomas Graf, argumentó que la Comisión Europea no había logrado demostrar que el tratamiento diferenciado que Google brindaba a sus competidores fuera en realidad un comportamiento abusivo. Graf afirmó que en la competencia empresarial, es normal tratar a los competidores de manera distinta, ya que el objetivo es destacarse frente a ellos, no igualarlos. Según sus palabras, “La esencia de la competencia implica diferenciación, no uniformidad”.

El letrado de Alphabet también agregó que etiquetar cada trato diferente como abusivo, especialmente cuando se trata de empresas propias y de terceros, podría tener un impacto negativo en la competencia, al limitar la capacidad de las empresas para competir y innovar.

Por su parte, el abogado de la Comisión Europea, Fernando Castillo de la Torre, rebatió los argumentos de Google al afirmar que la empresa había utilizado sus algoritmos de búsqueda de manera injusta para favorecer su propio servicio de comparación de precios, lo que estaría en violación de las leyes antimonopolio de la Unión Europea.

El 11 de enero, la defensora general del TJUE, Juliane Kokott, emitirá su opinión no vinculante, y en los meses siguientes, el TJUE tomará una decisión final basada en esta recomendación.

Es importante destacar que este caso, junto con otros dos relacionados con el sistema operativo móvil Android y el servicio de publicidad AdSense, son considerados de menor envergadura en comparación con el caso antimonopolio más amplio que la Unión Europea ha estado investigando en relación con el lucrativo negocio de publicidad digital de Google. En junio, los reguladores amenazaron con tomar medidas más drásticas, como la división de la compañía, en ese caso.