El plan real

29 agosto, 2022

Corría la década de los ’90 y la economía argentina no era la única que atravesaba problemas en materia de estabilidad de precios. Nuestro vecino y socio comercial, Brasil, venía de una década complicada en materia inflacionaria. Itamar Franco se encontraba en la presidencia y Fernando Henrique Cardoso en el Ministerio de Hacienda y el equipo económico de éste, comenzaba a idear un plan para sacar a Brasil de la senda hiperinflacionaria.

Planes anteriores

Los programas que se habían llevado a cabo años anteriores no habían tenido el objetivo deseado. El “Plan Collor” de marzo de 1990 en la presidencia de Fernando Collor de Mello había fracasado en sus intentos de aplacar la inflación. Otros intentos de controles de precios y salarios derivaron en un desabastecimiento general y en la aparición de mercados paralelos con precios superiores a los fijados. Para febrero de 1989 la inflación (o mejor dicho hiperinflación) alcanzaba un 2.751%. 

Plan real

Entre junio de 1993 y julio de 1994 se llevó a cabo el Plan Real. Se lanzó por etapas; la primera con el objetivo principal de lograr equilibrio de las cuentas del Gobierno, y la segunda consistió en la creación de un patrón de valor (la URV), cuyo valor en cruzeiros reales era fijado diariamente por el Banco Central, de manera de mantenerlo alineado con la cotización del dólar. Progresivamente, los salarios, contratos, precios y tarifas fueron fijándose en URV. Finalmente, a partir del 1º de julio de 1994, la URV fue instituida como moneda, tomando el nombre de Real

Todos los contratos y saldos monetarios aún denominados en cruzeiros reales se convirtieron en reales según la paridad de ese día (2750 cruzeiros reales = 1 real) y se canjeó a esa tasa la vieja moneda por la nueva. También se dispuso que la moneda circulante estaría respaldada por reservas internacionales, y se establecieron fuertes limitaciones a la posibilidad de indizar precios y contratos según la inflación pasada. 

La paridad cambiaría se fijaba en principio en 1 real por dólar, pero se evitaba congelar por ley el tipo de cambio – a diferencia de lo que fue el plan de Convertibilidad en Argentina-. Se dejaba en manos del Ministerio de Hacienda los criterios para la futura evolución del real.

Estas medidas lograron una reducción abrupta de la inflación que pasó del 43,1% mensual durante el primer semestre de 1994 a 3,1% en el segundo semestre, y a 1,7% en 1995.

Gráfico 1. Tasa Mensual de variación del índice nacional de precios al consumidor. Fuente: IBGE

Resultado

El período 1994-95 resultó extraordinariamente exitoso en materia económica para Brasil. Se aceleró el crecimiento económico, mejoraron las condiciones de vida de diversos grupos de la población, se redujo significativamente el porcentaje de población en situación de pobreza, las cuentas fiscales mostraban, hasta mediados de 1995, superávit primario y déficits operativos reducidos. La situación de balanza de pagos era sólida, aumentaban las reservas, se resistió con éxito los efectos de la crisis mexicana (de 1995) y, sobre todo, se había controlado una de las inflaciones más altas del mundo sin pasar por un período recesivo.

Muchos historiadores sostienen que el éxito del Plan derivó en la posterior victoria del entonces ministro de hacienda – Fernando Henrique Cardoso – como presidente de la nación. Estuvo frente el gobierno de Brasil desde enero de 1995 hasta el 31 de diciembre de 2002.


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